Testimonio - Vivir con alergia al sol
Tras someterme a fototests en el Hospital Saint Louis de París en 2020 y 2021, recibí mi diagnóstico: soy alérgica al sol, en particular a los rayos UVA y UVB. La exposición al sol desencadena reacciones cutáneas dolorosas que, en ocasiones, evolucionan hacia un eccema bulloso que me provoca ampollas en la piel.
Desde entonces, he tenido que tomar medidas para proteger mi piel. Por ejemplo, evito la exposición al sol en la medida de lo posible y cubro las partes sensibles de mi cuerpo con ropa de algodón, como pantalones ligeros y camisetas de manga larga, cuando estoy en la ciudad. Sin embargo, las vacaciones en la playa siempre han sido un reto, ya que tengo que cubrirme sin pasar demasiado calor.
Tras años de lucha contra esta alergia, finalmente he aceptado que forma parte de mi vida, a pesar de los numerosos tratamientos. El hecho de ser negra no significa que seamos inmunes a los peligros del sol. Yo misma soy negra y tengo melanina, me creía inmune a los rayos nocivos del sol, pero al final soy sensible a ellos.
Mi vida cambió cuando descubrí KER SUN. Buscaba un bañador cubriente, compuesto por una chaqueta de baño y unos leggings, que me permitiera disfrutar de la playa sin miedo a sufrir un ataque de eccema. Gracias a sus prendas, diseñadas específicamente para protegerme del sol, ahora puedo disfrutar de los placeres del verano con total tranquilidad.
A pesar de los retos a los que me enfrento debido a mi alergia al sol, sigo teniendo esperanzas. Mi viaje a Martinica con mi chaqueta y mis mallas KER SUN fue una experiencia positiva. Me sentí bien, pude aprovechar al máximo el tiempo con mi familia y la gente fue muy amable conmigo.
Cécilia