Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, entrevistamos a la doctora Nicole Ménard, dermatóloga en Quimper (Francia), encargada de la detección y el tratamiento de los cánceres de piel, especialmente frecuentes en Bretaña. Ella comparte con nosotros su experiencia y consejos para proteger mejor nuestra piel y adoptar buenos hábitos en el día a día.
¿Por qué es esencial la prevención en la lucha contra el cáncer de piel?
Doctora Ménard:
Los cánceres de piel suponen un verdadero problema de salud pública. Según Salud Pública Francia, cada año se diagnostican en Francia entre 141.200 y 243.500 casos (carcinomas y melanomas combinados), lo que los convierte en los cánceres más comunes. El número de melanomas se ha quintuplicado en los últimos treinta años.
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Atribuibles en más del 80% de los casos a una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) naturales o artificiales, podrían evitarse mediante una exposición solar razonable.
El peligro del sol a menudo se subestima: sin embargo, los rayos ultravioleta (UV) han sido reconocidos como cancerígenos por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer) desde 1992. Tan pronto como la piel se expone a los rayos UV, se produce una alteración del ADN de células de la piel que requieren reparación. El capital solar corresponde a la cantidad de rayos UV que absorbe la piel y frente a la cual ésta tiene capacidad de repararse.
Todos los tipos de piel necesitan protección.
Todo tipo de piel debe ser protegida porque cada piel tiene un capital solar que disminuye gradualmente según la frecuencia e intensidad de la exposición al sol. Las personas de piel clara tienen menos capital solar que las personas de piel oscura y los daños a largo plazo de los rayos UV (manchas solares, envejecimiento y cáncer de piel) pueden aparecer antes.
Los niños, especialmente los menores de 3 años, y los adolescentes, debido a su piel fina e inmadura, deben estar especialmente protegidos porque las quemaduras solares y la exposición solar prolongada antes de la pubertad tienen un impacto directo en el riesgo de desarrollar cáncer de piel más adelante.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo del cáncer de piel?
Doctora Ménard:
El principal factor de riesgo es la exposición a los rayos ultravioleta (UV): 4 de cada 5 cánceres de piel en adultos están relacionados con la exposición al sol desde la infancia.
Las quemaduras solares en la infancia y la adolescencia se encuentran con frecuencia en pacientes con melanoma. Las personas de piel clara, cuyo marcador es la presencia de pecas, son especialmente susceptibles a las quemaduras solares y tienen un mayor riesgo.
La exposición crónica al sol favorece el desarrollo de carcinomas y melanomas en zonas expuestas diariamente a la luz solar.
La exposición crónica al sol, especialmente entre trabajadores al aire libre (agricultores, trabajadores de la construcción, jardineros, marineros, etc.), favorece el desarrollo de carcinomas y melanomas en las zonas expuestas al sol a diario.
Los antecedentes familiares de cáncer de piel son un factor de riesgo para los demás miembros de la familia, quienes deben estar atentos y protegerse bien.
La presencia de numerosos lunares (más de 50) o lunares atípicos es un factor de riesgo para el melanoma.
La inmunosupresión (personas que han tenido trasplantes, están tomando tratamientos inmunosupresores) favorece la aparición de cánceres de piel, por lo que la protección solar es fundamental para limitar el riesgo.
¿Cuáles son las mejores formas de protegerse del sol a diario?
Doctora Ménard:
Todos somos actores de la salud de nuestra piel. Tomarse el tiempo para protegerla eficazmente de los efectos nocivos de los rayos UV ayudará a mantener su piel saludable.
A continuación se detallan los reflejos recomendados para protegerse eficazmente del sol:
- Limite la exposición al sol cuando los rayos UV son más intensos, entre las 12 p. m. y las 4 p. m. (entre las 11 a. m. y las 5 p. m. para pieles sensibles), incluso si el clima está nublado. ¡Cuidado con el tamaño de tu sombra! Si es más pequeña que tú (el índice UV es entonces superior a 5), ¡protégete!
- Manténgase en la sombra siempre que sea posible, pero recuerde que los árboles o las sombrillas no ofrecen protección completa debido a los reflejos de los rayos UV en el suelo.
- Utilice ropa que cubra su rostro y sombreros de ala ancha o gorras con orejeras, que protegerán la nuca, el cuello y las orejas. Los artículos anti-UV con certificación UPF 50+ ofrecen una protección óptima y son especialmente adecuados para actividades acuáticas o exposición prolongada.
- Utilice gafas de sol envolventes, categoría CE 3, e incluso CE 4 para actividades en el agua o la nieve.
- Aplique generosamente y con regularidad un protector solar de amplio espectro (con el logotipo UVA) en las zonas no cubiertas por la ropa. Es preferible utilizar un factor de al menos SPF 30. Recuerde que no existe un protector solar total y que su uso no debe incitarle a permanecer más tiempo al aire libre. El impacto medioambiental de las cremas solares hace que sea preferible protegerse con ropa.
- Seguir el índice UV en los sitios meteorológicos o en la aplicación UV Weather le permite conocer el riesgo de UV a diario y saber cuánto tiempo se tarda en sufrir una quemadura solar según el clima y su tipo de piel. Estemos atentos, especialmente con los niños, ya sea que el cielo esté soleado o nublado porque las nubes no bloquean los rayos UV.
Mucha gente asocia la protección solar con las vacaciones de verano, pero ¿debemos protegernos todo el año ?
Doctora Ménard:
La protección solar debe ser un hábito diario, no sólo en la playa en verano.
A menudo escucho a pacientes decir que no se exponen aunque realizan múltiples actividades al aire libre...
De hecho, todos estamos expuestos al sol diariamente de manera involuntaria sin darnos cuenta en cuanto estamos fuera e incluso a través de las ventanillas de nuestros coches...
Se recomienda protegerse de marzo a octubre cuando el índice UV es mayor o igual a 3 , pero también en caso de exposición solar en la montaña durante el invierno, donde la reverberación de los rayos UV sobre la nieve es particularmente intensa.
Ya en abril se registraron índices UV tan altos como en pleno verano. Sin embargo, en julio y agosto pensamos más en protegernos que en abril y mayo, cuando los rayos UV son igual de intensos en el patio de un colegio, en un campo de fútbol o en una obra en construcción.
Recuerde protegerse y proteger a sus hijos de los rayos UV adoptando una “ rutina solar ” desde pequeños, lo que limitará la aparición de la mayoría de los cánceres de piel.
¿Cuáles son las señales de advertencia ?
Doctora Ménard:
Conocer bien tu piel y observarla periódicamente te permitirá estar alerta en caso de aparición o cambio de alguna lesión cutánea.
Un carcinoma de piel puede aparecer como una llaga que no cicatriza, un grano o una costra que persiste y se vuelve dolorosa.
Un lunar que aumenta de tamaño y cambia de color o un lunar nuevo que cambia en unos meses y no se parece a otros lunares en la piel debe llamar la atención.
La regla ABCDE permite sospechar un melanoma: una lesión pigmentada con contornos asimétricos, bordes irregulares, un color no uniforme, un diámetro >6 mm y su carácter progresivo.
En caso de duda, es aconsejable consultar con su médico, quien decidirá si es necesario contar con la opinión de un especialista.
¿Qué mensajes quieres transmitir?
Doctora Ménard:
Sólo aumentando la concienciación sobre los riesgos de los rayos UV a nivel individual, de las comunidades y de las autoridades públicas será posible reducir la incidencia de los cánceres de piel.
No existe un bronceado saludable.
La promoción del bronceado a través de los medios de comunicación anima a algunas personas a exponerse al sol sin protección suficiente o a rayos UV artificiales, lo que conlleva a largo plazo un mayor riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel. De hecho, el bronceado refleja el daño que sufre la piel atacada por los rayos UV: NO EXISTE UN BRONCEADO SALUDABLE.
La prevención solar en niños y adolescentes les permite adquirir buenos hábitos de fotoprotección y evitar cánceres en la edad adulta.
Por último, sea cual sea tu edad, nunca es demasiado tarde para proteger tu piel y ahorrar tu capital solar. Los pacientes que han desarrollado un cáncer de piel limitarán así el riesgo de que aparezcan nuevas lesiones si se protegen eficazmente.
Dar testimonio después de haber sido afectado por un cáncer de piel ayuda a crear conciencia y fomentar la prevención del sol entre quienes te rodean.
Para obtener más información sobre el índice UV, visite:
www.soleil.info
O descargue la aplicación UV Weather:
Androide
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